31.3.25

La función heróica del pandillero dentro de la NuevaEraPostpandemia. A propósito de la Pandilla como nueva representación social y el Cambio Social

 Las concepciones del tiempo, conforman la realidad social y son estructuradas por ésta. Generalmente, las representaciones sociales del tiempo han sido relacionadas con la actividad económica y social, la edad, la estructura familiar, el nivel de ingresos y educación.

N. Lechner. Los patios interiores de la democracia (subjetividad y política)


Nota: El siguiente argumento forma parte del ensayo "La dicotomía pandillero-deportista..."


INTRO

En la sociedad conservadora, el pandillerismo es considerado por algunos estudiosos como una forma de disfunción social y hasta de conducta desviada que se enmarca dentro de la denominada “delincuencia”.  El que forma parte de una pandilla, es catalogado  como  un delincuente y es al mismo tiempo una variable de que un sistema social sufra desajustes. Un deportista es un sujeto colectivo que dada la industria deportiva de nuestros días es considerado un ícono y un  referente para un grupo social. Ambos podrían analizarse dialécticamente. Entonces ¿qué características guardan entre sí? ¿cómo está determinada su cultura? ¿Cuáles son sus logros en cuanto a la producción del orden? Pero sobre todo ¿cuándo decide un pandillero convertirse en deportista y donde gestar sus procesos constitutivos?

Este tipo de cuestiones tratarán de responderse a través de una serie de artículos relacionados con este tipo de sujeto colectivo en torno a los medios de comunicación donde se ha presentado. El objetivo de este trabajo es encontrar la terminología que dicho objeto-sujeto colectivo emplea en su estructura simbólica. 

En ese sentido pretendo desarrollar un tipo de estructura pandilleril horizontal  que confronta los  liderazgos personales y el arraigo  territorial  de las  pandillas que han tejido sus interacciones. 

Igualmente he utilizado el cine, los videojuegos, la televisión, la radio, la música y algunos ejemplos literarios como herramientas de análisis de la realidad.  Es por ello que hay quienes se preguntan ¿cuáles son los límites entre la literatura y algunas de las ciencias sociales? ¿Cómo se inserta el discurso histórico-sociológico en la ficción? La investigación contrapone la denominada “cultura del espectáculo” que la TV impone, cuando el ciudadano deja de actuar como homo sapiens y se convierte  en homo zapping, es decir, un deterioro (aumento) en los niveles de participación cívica. Aunque toma en cuenta la crítica de algunos científicos sociales, así como su reinterpretación contemporánea.

Para ello pretenden responderse algunas preguntas de investigación en torno a: ¿Cuáles son las costumbres, creencias y actividades de los pandilleros-deportistas? ¿Cuál es la producción de orden que ha realizado el pandillero-deportista a nivel local? ¿Cuál es la ética deportiva que maneja el pandillero-deportista? ¿Cómo se ven reflejados los valores del pandillero-deportista en la vida cotidiana? ¿Qué acercamientos ha tenido la Ciencia con el pandillero-deportista?¿Cómo es el habla del pandillero-deportista?

En ese sentido, el marco teórico ha sido desarrollado a través  de un estudio multidisciplinario de sociólogos, filósofos y comunicólogos. Por ello no me enfoco en  la definición tradicional de “pandillero” tomado en cuenta como prefijo conceptual del  término al ajustarlo a “deportista”.  De esa forma, la dicotomía pandillero-deportista se vuelve un objeto de estudio complejo que difícilmente puede ser abordado en nuestra  realidad más próxima, de ahí la necesidad de hacerlo a través de  distintas herramientas audiovisuales como un tipo de “protofenómenos-culturales” reinterpretando a Goethe y Spengler. Es por eso que la denominada “anomia” (vagancia, alcoholismo, drogadicción, etc.) no esté contemplada en su mayoría para determinar el objeto de estudio. Aun así, es preciso señalar (a manera de hipótesis) que creemos que se trata de un tipo específico de acción colectiva, en donde la categoría social específica, en este caso el pandillero, ha puesto bajo cuestionamiento una forma de dominación social, a la vez particular y general, al tiempo que invoca contra ella: valores, orientaciones generales de la sociedad que comparte con su adversario para privarlo de tal modo de legitimidad a través del deporte. Esto crearía un vínculo entre Sociología y Antisociología. Mientras tanto, es preciso señalar que en África dentro de una era neoliberal la proliferación de pandillas urbanas armadas han llevado a la proliferación de políticas contestatarias alrededor de cuestiones como la ciudadanía, los derechos individuales y grupales del rol de estado y la naturaleza de sus capacidades. En otros puntos del planeta la situación es parecida. Por lo que es preciso analizar dicho panorama desde  diversas perspectivas.

También es preciso señalar que he utilizado un tipo de análisis deductivo para la investigación.

Por lo anterior he desarrollado una serie de premisas:

Sociológicamente, la pandilla responde a un proceso histórico con reinterpretaciones antropológico-políticas en cuanto a la denominada «tribu».  Jurídicamente su formación se da a partir de elementos económicos.  

La  reconceptualización de las pandillas obedece a un pretexto sociológico para institucionalizar la normatividad, lo anterior determina a la Sociología como la Ciencia del Cambio social dirigido y/o controlado en dichos análisis.

Las pandillas son una parte fundamental en el sistema social caótico del Siglo XXI, es decir un movimiento (contra)cultural.

Lo anterior sería el vínculo entre la Sociología y la Antisocología.

El proyecto plantea un tipo de interpretación de la realidad a través de los medios de comunicación. 

De igual manera, los estudios relacionados consideran a las aportaciones teóricas de la sociología del deporte como instrumento para entender el ”fenómeno sociocultural deportivo” y sus tendencias además de fomentar el pensamiento sociológico. En una primera aproximación no se ha desarrolla un análisis en torno a los medios de comunicación que han hecho posible la investigación.


MARCO TEÓRICO

La teoría de la subcultura llevada a cabo por Gomezjara plantea:

Es una corriente sociológica que estudia las conductas desviadas. La subcultura es una subdivisión de la cultura nacional que resulta de la combinación de factores o situaciones sociales tales como la clase social, la procedencia étnica, la residencia regional; rural-urbana de los miembros, la afiliación religiosa o ideológica, y todo ello formando, gracias a su combinación, una unidad funcional, que repercute integralmente en el individuo miembro. Algunas de estas subculturas surgen como una ramificación positiva de la cultura nacional, a decir de Ferracutti y Wolfgang. Estas serían las subculturas regionales tradicionalistas, las generadas entre los miembros de las comunidades políticas específicas, etc. Otras en cambio, aparecen como reacción negativa a la cultura generalizada y en ella pueden entrar los grupos delictivos.

Como cada subcultura elabora sus propios valores y normas, la subcultura de la delincuencia tiene su propio mundo de valores y objetivos y así hay que estudiarlos. El valor central –aunque no el único-, viene a ser la violencia o la agresividad. Así en la subcultura de la violencia según estos autores, existe una impetuosa filtración de violencia que va impregnando el núcleo de los valores que marcan el estilo de vida, los procesos de socialización y las relaciones interpersonales de los individuos que viven bajo condiciones similares. De esta manera, la diferencia entre subculturas positivas y negativas es que en las últimas, impera una relación de violencia estructural casi permanente.

Las principales variables de la conducta delictiva generadoras de subculturas son: la edad, el sexo y la clase social.

Sin embargo e independientemente de las causas que determinen esas conductas, es preciso señalar también que se trata de un tipo específico de acción colectiva, en donde la categoría social específica, en este caso el pandillero, ha puesto bajo cuestionamiento una forma de dominación social, a la vez particular y general, al tiempo que invoca contra ella valores, orientaciones generales de la sociedad que comparte con su adversario para privarlo de tal modo de legitimidad. 

Por otra parte, la denominada “cultura del deporte” tiene al deportista como su representación social por excelencia. Adorno señala que: 

El Deporte/Veblen se caracterizó acertadamente como un estallido de violencia, opresión y espíritu de rapiña a toda forma de deporte. “Estas manifestaciones del temperamento depredador hay que clasificarlas bajo el epígrafe de hazaña. En parte son expresiones simples e irreflexivas de una actitud de ferocidad emulativa, y en parte son actividades deliberadamente emprendidas con la intención de conseguir una reputación mediante la proeza”… “la base de la afición al deporte es una constitución espiritual arcaica, los acontecimientos deportivos fueron los modelos de las reuniones totalitarias de masas. Son unos excesos tolerados que unen el momento de la crueldad y la agresión con el cumplimiento autoritario y disciplinado de las reglas del juego”. Lo que los torna legales y legítimos. “Si una persona así dotada de una proclividad hacia las hazañas se encuentra en una situación que le permita guiar el desarrollo de los hábitos  de los miembros adolescentes de la comunidad, puede ejercer una influencia considerable en dirección a conservar y fomentar las ganas de pelear”. En la Psicología Racional el Deporte/Veblen es una pseudoactividad que canaliza energías que en otros lugares podrían ser peligrosas; invierte actividad absurda con los signos engañosos de la seriedad y el significado. También, reduce a una fórmula común las desiderátums antagonistas de la actuación útil y la pérdida del tiempo como un elemento de embuste (make belive). Está relacionado también con ejercer la violencia, obedecer y sufrir. Cómo una adaptación hacia la nueva sociedad. “El deporte moderno intenta devolverle al cuerpo una parte de las funciones que la maquina le ha quitado” instruir implacablemente al cuerpo o la máquina. También se dice que es el reino de la falta de libertad con independencia de cómo está organizado.

Para Fromm, un rebelde es una persona que está hondamente resentida contra la autoridad por no ser apreciada, por no ser querida, por no ser aceptada. Desea echar abajo la autoridad a causa de su resentimiento y, como resultado, asumir él mismo la autoridad en lugar de la que ha derribado. También señala que ellos, poseen un carácter revolucionario, es un ser independiente, libre. Además, según él, el problema de cada individuo es precisamente el del nivel de libertad alcanzado. El hombre plenamente despierto y productivo es un hombre libre, que puede vivir auténticamente su propio ser que es la fuente de su vida. Por otra parte respecto a la obediencia nos dice que es un concepto dialéctico que ya todo acto de desobediencia es un acto de obediencia. Y apunta que en el Siglo XXI fue más fácil reconocer la desobediencia a través de la autoridad manifiesta en la vida familiar y el Estado.

En otro sentido, considero a la Antisociología como una metaciencia, de carácter íntimo y hasta cierto punto guerrillera que lleva a cabo una crítica fundamental a sus premisas científicas anteriores (sociología de la liberación y sociología de la dominación), aunque es producto de ellas. Muy influida por el posmodernismo, apunta sus objetivos a la formación individual como factor clave para emancipar progresivamente la alienación social. “A menudo, con talento, algunos filósofos reclaman la destrucción de lo social, considerado como símbolo de lo inauténtico o de la necesidad, exigiendo una libertad antisocial: la del individuo o de una acción política gobernada por principios filosóficos”.  Además, los posmodernistas niegan que los procesos históricos tengan una dirección. No hay conexiones estructurales, no es posible el análisis causal. Rechazan la izquierda política y la transformación de la economía nacional. Solamente aceptan luchas locales: municipios reformistas, economías tribales, proyectos comunitarios, tecnologías apropiadas, cooperativas. Los partidos políticos son un engaño, una manipulación del pueblo.    

En ese sentido la investigación podría considerar una serie de entrevistas a actores/actrices, gamers, productores, interesados y periodistas. Respecto a la propuesta metodológica y la conceptualización del sujeto-objeto emergente, aquéllos que cambian de límites cada día.

Cabe señalar que a la par de los planteamientos metodológicos tradicionales me he amparado en la operacionalización en el anarquismo lógico de Paul Feyerabend.

Este tipo de planteamientos serán complementados por distintas aportaciones teóricas a lo largo de los artículos presentados, teniendo presente la escasa información al respecto, todo ello en relación al pensamiento sociológico.    Tomando en cuenta las fuentes de información habrá quien piense que se trata de una vinculación entre el actor infantil al actor industrial


El Pandillero-Deportista. Una propuesta de Análisis Deductivo en la Vida Cotidiana.

Los que son parte de una pandilla pueden considerarse dentro de una pequeña comunidad con normas y valores autónomos en relación a los demás. Los sociólogos llaman a esto, un tipo de subcultura. Este tipo de cuestiones se acrecentaron en el México de los sesenta, en donde:

…la creciente tensión entre la dinámica del desarrollo económico y el estancamiento de las estructuras políticas, que se llegó a poner de manifiesto en las crecientes demandas de participación popular autónoma en el proceso político, acentuó las tendencias represivas del sistema (Vellinga: 1979: 11).

Sin embargo, eso no fue factor para que cómo la mayoría de las fuentes señalan, Los Arañas, así como  Los Ciudadelos y unos envalentados estudiantes a nivel Bachillerato de la Vocacional Isaac Ochoterena se enfrascaran en una  madriza con un brutal saldo de 8 muertos,500 heridos y 200 arrestos (Periódico El Día cit. Por Zermeño). A éste evento, los estudiosos sociales le adjudican una nueva connotación teórica, enmarcada en la “Sociología Invisible”, la cual a través de un tipo de “efecto mariposa” de carácter sociológico desencadenó distintas vertientes y que algunos  pretendieron clausurar a partir del tiroteo de 90 minutos por grupos paramilitares a una multitud de 10 000 personas y 5 000 soldados (Musacchio) en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco y de la cual se manejaron  distintas cifras:

-1000 detenidos y cientos de muertos (Musacchio).                                                                                  -1043 detenidos, 363 Campo Militar Núm. 1. 83 a Jefatura de Policía, 597 Cárcel Preventiva Penitenciaria, 26 muertos -4 mujeres, 1 soldado (Zermeño).                                                                                       -230 detenidos –edificio Chihuahua, 130 detenidos edificio Revolución, 1910, rey (Montemayor).                                                                                                            -400 detenidos (Informe Barragán cit. Por Sherer y Monsiváis).                                                                       –Más de 100 muertos (Martínez Verdugo).                                                                                                       –De 70 a 80 muertos, 2 de ellos del ejército (Eduardo Valle FEDHSP).                                                                      -150 civiles muertos y 40 militares muertos (CNH cit. Por Monsiváis).

Lo anterior estableció el Terrorismo de Estado en México, como medida desesperada y solicitada desde la Secretaría de Gobernación a la Secretaría de la Defensa Nacional ante la incapacidad del Departamento de Policía Capitalina para restablecer el orden. En palabras de los propios militares, el movimiento estudiantil del 68 fue uno de los 4 problemas políticos por los que atravesó el régimen mexicano tras la revolución consumada en 1917. 

Ahora bien, la  reconceptualización de las pandillas obedece a un pretexto sociológico para institucionalizar la normatividad, lo anterior determina a la Sociología como la Ciencia del Cambio social dirigido y/o controlado en dichos análisis. 

Los sociólogos  consideran a las bandas juveniles como un fenómeno social, aunque responde a un proceso histórico con reinterpretaciones antropológico-políticas en cuanto a la denominada «tribu».  Jurídicamente su formación se da a partir de elementos económicos. En ese sentido, las pandillas son parte fundamental en el sistema social caótico del S.  XXI. Mientras tanto, el rescate de la propia lógica individual es importante en determinados aspectos que caracterizan a la multitud de los procesos sociales en donde el cambio social se encuentra presente. Ahí podríamos tomar en consideración algunos planteamientos políticos que pretenden insertar al sujeto de estudio a los mecanismos de integración. O bien, relacionar este tipo de “identidades colectivas segmentadas” en la subjetividad y vida cotidiana a través de lo que los culturalistas denominan la “dimensión interaccional simbólica”. Por eso, la delimitación en el objeto de estudio se relaciona con la realidad virtual de la figura del pandillero-deportista en el cine, la televisión, los videojuegos y la literatura, es decir, lo que algunos podrían considerar como la industria cultural. Algunos estudiosos (Villagarcía y Vega:1987:3) consideran que es precisamente a principios de la década de los 80s cuando, dadas las connotaciones tan agudas que adquiere, los medios de comunicación (mexicanos) se ocupan del “pandillerismo juvenil”. Aunque la cinematografía mexicana ha mostrado a jóvenes rebeldes desde la década de los 1950s, 1960s y 1970s.

Curiosamente y de forma confusa, el deporte es parte de la cultura mexicana, sobre todo por los medios de comunicación. Aunque en los últimos años ha tratado de masificarse a través de distintos programas de política social en la ciudad de México, sobre todo a partir de los denominados “gimnasios públicos urbanos” ubicados en distintos parques, camellones, centros culturales, facultades universitarias  y espacios al aire libre.

Hay quienes piensan que el fenómeno banda se puede volver, no sin muchos tropiezos autodidactas, organizada y políticamente revolucionario.

Por otra parte, hay quienes señalan que el cuerpo es el primer territorio ganado por los jóvenes. De ahí que la variable edad en cuanto a la juventud sea determinante en el presente estudio. Además, existe un planteamiento filosófico que contrapone determinadas explicaciones en cuanto a que el modo más humano de la virtud juvenil es la generosa inadaptación a todo lo imperfecto de la vida y casi es la vida entera (Marañon, 1972). Estas cuestiones se dan regularmente en ciertos lugares propensos para que surjan conflictos. Lo anterior habría generado la agrupación poblacional en determinados territorios considerados por las fuerzas de control social como impropios para el orden social. A estos lugares, los estudiosos los denominan “zona (s) urbana(s) hiperdegradada(s) clásica(s)”, puesto que es:

lugar pintorescamente local y de notorio provincianismo, que se caracteriza por una amalgama de vivienda ruinosa, hacinamiento, pobreza y vicio. Un lugar donde un “residuo” social se pudría con esplendor inmoral y con frecuencia revoltoso.

La catalogación parece en una primera instancia racista gramaticalmente, y habría que analizarla a plenitud de manera compleja en torno a los actores sociales que habitan el territorio a través de sus logros académicos, deportivos y artísticos… En un primer momento no está considerada la “delincuencia” como variable para la presente investigación aunque sí se inspira en algunos personajes a nivel intelectual que se integran en la dicotomía intelectual-delincuente. Ejems. Esopo-Vagabundo, Homero-Mendigo, Mercurio-Ladrón, Althousser-Asesino, entre otros…


Conclusiones

Este trabajo disloca las coordenadas de análisis cultural en la que algunos sociólogos contraponen una estratificación clasista en relación a los medios de comunicación (Gomezjara, Careaga). En ese aspecto, mientras consideran que la clase media vivirá el cine, la televisión, las novelas y los comics como mitos nuestra realidad más próxima indica un error de apreciación. Según ellos, van al cine  no a buscar arte, diversión o reflexión, sino que van a encontrar arquetipos melodramáticos, humorísticos o eróticos. Una crítica similar de las historietas y los deportes llevan a cabo al considerar que el lector goza la historieta hasta el delirio, vive una doble apariencia…En el comic el mundo es una eterna ilusión fácil de manejar y fácil de aprender. Sin embargo al delimitar nuestro objeto de estudio dicha percepción se torna complicada. 

Lo mismo sucede con la percepción que algunas universidades tienen del deporte al considerarlo parte de la Sociología del Ocio. Ejem. Semana de Sociología FES-Aragón 2012, 2013…con la participación del Dr. Hugo José Suárez S.

En la investigación se presentan distintos casos pero con una localización cultural similar  que se ve sintetizada en distintos tipos de naciones emergentes, clases sociales polarizadas, etnias oprimidas, géneros rebeldes, jóvenes enajenados, guettos excluidos, corrientes contraculturales, ideólogos activistas, razas discriminadas y minorías perseguidas.

Según los medios de comunicación nos encontramos en un sistema social caótico en donde se buscan soluciones a través de un reto a la Sociología. En ese aspecto la mayoría está de acuerdo que se necesita evitar la violencia a toda costa, una situación contradictoria sí tomamos en cuenta la naturaleza sistémica. Lo anterior hace propicio la intervención de los Movimientos Pandilleriles que han logrado llevar a cabo una transición a través de sus personajes, figuras o avatares decodificados en los medios de comunicación. 

Las     Representaciones     Sociales     (RS)     constituyen     modalidades     de                   pensamiento  práctico  orientadas  hacia  la  comunicación,  la  comprensión  y  el  dominio  del  entorno  social,  material  e  ideal.  

A manera de Epílogo

¿Puede considerarse la dicotomía pan-dep cómo una representación social?

Tomando en consideración la lectura El Arte Zen contra Titanic (Jean Pierre Warnier. La mundialización de la cultura. Barcelona: Gedisa, 2002. Pp. 11-38).

En éste capítulo del texto, la mundialización de la cultura, Warnier dice que no todos los hechos que responden a dicha mundialización son de la misma naturaleza. Haciendo una comparación entre el arte zen como tradición y las películas como productos culturales de una industria. Además se cuestiona sobre el peso que tienen las culturas del mundo ante la invasión de las industrias culturales… Así, la mundialización de la cultura es una de las consecuencias del desarrollo industrial. La industria invade las culturas de la tradición, las transforma y a veces las destruye, provocando conflictos.  Las culturas antiguas se transmiten a través de la tradición mientras que la cultura industrial está destinada a la innovación.

Se dice que toda cultura está socializada y que en relación con la mundialización de los mercados las culturas parecen localizadas, son singulares y extraordinariamente diversos. Las diásporas son comunidades dispersas a través del mundo. En estos flujos modernos existen orígenes geográficos y hallamos elementos culturales.

La identificación es contextual y es fluctuante, el mismo individuo puede asumir identificaciones múltiples que movilizan diferentes elementos de lengua, de cultura y de religión en relación de su contexto. La identificación individual y colectiva que produce la cultura tiene por corolario la producción de una alteridad con quienes tienen una cultura diferente.

Se dice que la cultura es una brújula ya que la acción en la sociedad debe de tomar en consideración a los demás y ajustarse a ellos formando repertorios de acción para obrar de conformidad con las normas del grupo. Todo esto cumple una función de orientación como la capacidad que posee la cultura para establecer relaciones significativas entre los elementos del ambiente.

También se dice que la cultura actúa como industria. Fue  Adorno y Horkheimer quienes utilizaron por primera vez el término en 1947. Destacaban los aspectos negativos de la modernidad industrial capaz de transmitir cultura que alcanzara a los sujetos en sus profundidades reducida a la imitación, la inautenticidad y la estandarización superficial. Pero es hasta 1970 que utilizan el término “industrias culturales“ para definir a aquéllas cuya tecnología les permite reproducir una serie de bienes. Entre los que se encuentran el cine, la música grabada, la televisión, la fotografía, la  publicidad, el espectáculo, el turismo, así como la edición de libros y revistas. Entre sus características según Miege y Tremblay se encuentran: que necesitan grandes medios, aplican técnicas de reproducción en serie, trabajan para el mercado y se fundan en una organización de trabajo capitalista.

Las industrias del vestido, del mueble, del juguete y de la alimentación son bienes culturales. La producción industrial de bienes de consumo corriente crea la competencia con los productos de las industrias locales. Todos los sistemas masivos de aprovisionamiento industriales transmiten y mercantilizan la cultura.

Todas las cuestiones que plantea la mundialización de los mercados de la cultura se inscriben en el espacio que se ha abierto entre las culturas y la industria, entre lo local y global, entre la relación con el pasado y la innovación industrial.