13.11.20

Las Peleas de Boxeo Clandestino: ¿Desmadre, Arte, Deporte o Acción?

 

El siguiente texto pretende ser una reseña de la obra de Chuck Palahniuk, El Club de la Lucha. Existe una versión on line desde la productora de contenidos arg. Radiorama. La traducción corre a cargo de P. Gzlez. Del Campo y se dice que ha sido publicada por El Aleph (1999) y por Mondadori (2010). La original se publicó 4 años antes de que finalizara el S. XX. El libro cuenta con tres decenas de secciones.

La historia es la narración de un empleado estadounidense contrariado, harto y ansioso de filtrar su incertidumbre en nuevos momentos que la sociedad en la que se desenvuelve le han impedido. Algunos piensan que se trata de una historia narrada por un trabajador de cuello blanco culto y cínico. Lo que pocos saben es que dicha propuesta se envuelve en una brutal crítica del “globalizado turbocapitalismo”, en el cual sólo cuentan el capital y los beneficios, repentinamente se habla del “dominio de la economía sobre la política”, de una “nueva sociedad de clases” y de la “economización de todas las áreas de la vida”. En ese sentido, el protagonista se hace de todos los medios posibles para alcanzar sus fines. El anarquismo decodificado en insomnio, viviendas austeras y acción directa (sabotaje, entre otros). Algunos estudiosos podrían considerar lo anterior: la formación de un grupo (los Monos Astronautas de la Comisión de daños del Proyecto Estragos)  como el preludio metodológico para un movimiento de oposición disociativo que a partir de métodos de lucha violentos busca desestabilizar el sistema. Sin embargo para llegar ahí, no sólo se encapricha en un planteamiento de rebeldía intrínseca, sí bien los filósofos consideran al rebelde como un ser que lleva a cabo su accionar por llevar consigo profundos resentimientos sociales por no ser apreciado, por no ser integrado, es preciso señalar que el protagonista es un hombre de clase media en el primer mundo. Viaja, intuye y participa en el proceso social de manera constante. Desde Nueva York, pasando por L.A., Washington, Detroit, Chicago, etc (Ver Rutas de Boxeo Clandestino). Ahí no sólo frecuenta bares, sino que lleva a cabo un tipo de “Sociología del Huésped de Hotel”, antecediendo su soledad como moneda de cambio. Lo anterior le trae consigo tensiones y una mala higiene del sueño, solventada por distintas visitas a lo que en México se conoce como “Centros de Integración” akka. Anexos. En todo ese proceso se descubre el rol del enfermo en el supuesto funcionalismo del mundo insano y triste del paciente, producto de los elementos que los críticos han dejado al descubierto de la medicina. La situación se torna importante, cuando Marla Singer aparece. Ahí su vida toma un significado más impreciso para volverse anormal en todo momento. Es así que la violencia, la parte principal en la obra aparece a partir de la sexta sección. Ahí se golpea tras una borrachera con el supuesto co-protagonista, Tyler “la escoria humana” Durden,  un personaje por debajo de la condición social que el anterior, obrero de la industria jabonera en Papper Street, camarero y cácaro. Un personaje con una energía revolucionaria perturbadora que utiliza sus oficios para desenmascarar las entrañas opresoras que el sistema les ha impuesto a los frívolos de espíritu. Para él, el desastre es una parte natural de mi evolución hacia la tragedia y la disolución. Él era un cero a la izquierda en la tabla numérica de la cotidianidad. Es por ello que ambos se empoderan, sexual, violenta y mentalmente. Lo hacen no sólo en base de una empatía construida, sino por medio de planteamientos filosóficos (principio de renunciación), y entrenamientos a puño limpio. Los combates de boxeo clandestino no sólo son la historia del pugilismo en tiempos remotos, sino el preludio de lo que hoy en día se conoce como Artes Marciales Mixtas, el full contact y el vale tudo. Llama la atención que en semejantes combates, con una normatividad íntima, casi envuelta en una secrecía total, no haya habido víctimas de gravedad. Sin embargo, lo anterior se trataba de una fase, un proceso de filtración para un proyecto más ambicioso. El Proyecto Estragos que contaba con El Comité de Asalto que buscaba armonizar la brutalidad contemporánea con el caos, como sí supieran de antemano que a partir de ahí surgió todo… ¿Será posible pensar que Dios se encuentra detrás de las tormentas, los terremotos? Los eco-anarquistas tal vez piensan que sí. Pero los aspirantes al proyecto toman las enseñanzas de Durden como coherentes. A partir de ahí se vuelven sus discípulos, se rapan el pelo y se queman la piel con lejía. Pero toda esta organización no pasa desprevenida por las autoridades, los policías, los dueños de los bares, los jefes de los trabajos y hasta para sus parejas. Nada de eso les importa, se han unido, se han comprometido y ni su realidad más próxima es capaz de hacerlos cambiar de opinión. Legalmente están fuera de la ley, se trata ni más ni menos que de una actividad mafiosa organizada en los clubes de boxeo nocturnos. Ese minucioso accionar, hacen que Patrick Madden el enviado especial del Alcalde para investigarlos, sea asesinado por Durden, que en un momento indefinido de la historia se descubre como el mismo narrador, en sus propias palabras, el reverso de mi propia personalidad. El final es el efecto de una posible enfermedad mental, una ruptura biográfica, esquizofrenia, bipolaridad, un intento de suicidio ¿qué se yo? Lo cierto es que no se establece a ciencia cierta si es tratado institucionalmente o simple y sencillamente con la compañía de Marla.

La obra ha sido llevada al cine a través del Director Fisher y ha resultado sumamente reconfortante. No sólo con actores que compaginan, sino en escenas que hacen que la literatura sea un mecanismo de integración artística. El soundtrack pasa desapercibido ligeramente por la audiencia por su precisión, salvo en la parte final, cuando Pixies hace su aparición, cual setlist de cualquier bar citadino de la época contemporánea o música de fondo de Miguel Ángel Torres antes de saltar al hexágono de la WEC. 

 

Notas:  

  •  Años después se estrenó el documental Bowling for Columbine del realizador Michael Moore, en donde en las entrevistas se señala que en Colorado, momentos antes de que se realizara la Masacre, había un documento titulado Manual del Anarquista que se había filtrado entre los jóvenes de la localidad.
  • En la película, las tomas en los clubes de boxeo clandestino son muy parecidas a las que llevan a cabo los camarógrafos del  Ultimate Fighter Championship, sin embargo en la obra existe poca documentación sobre cómo se han llevado a cabo los combates, qué tipo de golpes o llaves han conectado, cuántas heridas han sido producidas (ematomas, moretones, huesos rotos, derrames, etc).
  •   A mediados de 2018, la Secretaría de Cultura del Gobierno de la República a través de su televisora nacional proyectaron la cinta, lo que denota un interés por este tipo de propuestas.
  •  En la novela se muestran planteamientos “cyberpunks” muy importantes decodificados en la realidad más próxima, como la okupación y la recuperación.

 

Fuentes:

·         Chuck Palahniuk, El Club de la Lucha. (En Línea) Disponible en Scribd.com Colectivo Imaginario (Usuario).

·         El Club de la Lucha. Wikipedia La Enciclopedia Libre. Ultimo editor: 83.60.89.4 (En Línea) Consulta: Agosto 2018.

·         El Club de la Pelea. Cinema 22 (En Línea) Disponible en http://cinema22.canal22.org.mx/sinopsis.php?id=445&barra=5%20estrellas

·         Gandy Ross. El Principio de Renunciación como Profiláctico en la Lucha contra la Corrupción de los Partidos Políticos. Ponencia presentada en el Seminario Ética y Política en la Globalización, organizado por el Centro de Estudios Sociales A. Gramsci y la carrera de Sociología de la ENEP-Aragón. Mayo 2004.

·         Frohm, Erich. La condición humana actual. Paidos.

·         Sentido Contrario. Programa radiofónico conducido por Marcelino Perelló en Radio UNAM (entre 2009 y 2010). Martes 23:30 a Miércoles 02:30 horas.

·         Dpa. Vuelve Marx como referente en “el globalizado turbocapitalismo”. Periódico La Jornada. Jueves 13 de marzo de 2008.