(1998) A partir de éstos instantes enlazamos nuestra percepción a la segunda oración gramatical del título que da vida a éstas letras, en cuanto a la victoria y aludiendo al carácter global que comenzaba a experimentar el futbol mexicano y tomamos como referencia una nueva variable: El campeón del Mundo Francia, para tratar de entender las situaciones posteriores por las que atravesó México. Al respecto no existe un método concreto, nos amparamos en la cuestión histórica a través de la trayectoria del futbol mexicano, sin embargo no de manera precisa y estadística, ya que en dicho deporte no siempre resulta útil, aún así la narrativa se torna complicada en diversos aspectos por lo que será común dejar de lado algunos eventos para formular una mejor percepción. Así, nos volvemos a incorporar durante el Torneo Infantil disputado en Nigeria a finales del milenio anterior con la figura del capitán Rafael “Rafa” Márquez, un zaguero atlista que había hecho su debut en la selección mayor dos años antes contra Ecuador; la capacidad de éste equipo surgió cuando contra todos los pronósticos doblegaron en cuartos de final al potente equipo albiceleste para posteriormente sucumbir contra el cuadro nipón… Para esas fechas Luis Matador Hernández había sido rebautizado en Boca Juniors como el Pájaro de la mano de…Diego Armando. En la Copa América de Paraguay jugaron contra Brasil, Chile y Venezuela, con seis puntos pasaron a la siguiente ronda contra Perú (Penales). En semifinales enfrentó a Brasil y perdieron. Nuevamente la actuación se cierra con la obtención del tercer lugar al vencer 2-1 a Chile. Al mismo tiempo surgía un tipo de aculturización futbolística en torno a una empatía de un estilo de juego complejo. Era como sí los ganadores se distribuían los títulos por zona a través de cuadros africanos en torneos juveniles y entre europeos y cariocas en los primeros puestos. Mientras tanto Rafa Márquez había sido contratado por el Mónaco* y jugaba en una liga donde el Olimpique de Marserlla había conseguido el Campeonato de la UEFA a principios de la década.
*La leyenda cuenta que por conducto de Lucien Müller.
Al final de ésta misma, la selección mexicana experimentó una oportunidad única para consolidarse internacionalmente, al menos ese fue el planteamiento que implementaron los organizadores de la Copa Confederaciones de 1999 en el Estadio Guillermo Cañedo akka. Estadio Azteca que cedía su nombre como homenaje al deceso del exvicepresidente de la FIFA. En dicho certamen el estilo de juego de Lapuente era considerado hasta cierto punto avasallador en donde todos los jugadores, independiente de su zaga se incorporaban al ataque en relación al ritmo del balón, dicho planteamiento buscaba una velocidad inusitada en ciertos jugadores (Abundis, Alfaro, Zepeda, Blanco) y una presencia defensiva notable (Davino, Márquez y el experimentado Claudio Suárez) y que finalmente se vio reflejado en la victoria de 4-3 en la final ante Brazil. Ahí, la prensa deportiva señaló que se había tratado del triunfo más importante a nivel internacional de los locales a través de noticias como La Noche del Milenio (Televisa), México lindo… y violento (Mundo Deportivo), Home is where the trophy is Champios (FIFA), Festival de Campeones, entre otros…
Sin embargo como un mal augurio la consolidación de México en la región se vio trastocada posteriormente ya que no lograrían nuevamente un título de la Copa de Oro hasta tres competiciones después. Ante dichos resultados y la liga local como un referente obligado Lapuente dejó el cargo y se optó por la figura de Enrique “Ojitos” Meza que con el Deportivo de Los Diablos Rojos del Toluca y el paraguayo Cardoso habían conmocionado todos los sentidos de apreciación en la liga mexicana. Curiosamente otro equipo mexicano hizo algo similar durante su participación en la Copa Libertadores de América, ahí, el Cruz Azul empezó a desbancar a equipos sudamericanos poco a poco; ya en la segunda ronda y utilizando el sistema de competencia del torneo que permitía la incorporación de refuerzos se hicieron de los servicios del brasileiro Pinheiro y del Diablo Mayor que con una estructura cementera compacta y equilibrada se impusieron posteriormente y de con gallardía en estadio sudamericanos. Fue entonces que el conejo Oscar Pérez por mucho tiempo la sombra de Campos y Sánchez en la portería tricolor cobró nivel, junto con otros zagueros, al igual que el jugador más chingón del futbol mexicano de los últimos tiempos, Juan Francisco Gatillero Palencia. Ellos perdieron la final de la Copa Libertadores en la bombonera de Boca Juniors a través del relato magnifico de los comentaristas argentinos.
Sin embargo el carácter del amable timonel mexicano no fue suficiente para determinar la conducta victoriosa del tri causando severas críticas tras su paso en las competiciones en Asia y la Confederaciones del 2001. El punto máximo del declive surgió cuando perdieron por primera vez en la historia ante Costa Rica en el Estadio Azteca ¿Cuántos pagaron por ver perder a México ese día? De nueva cuenta y con el impulso del dueño del Pachuca en contubernio con TV Azteca la administración de la Comisión de Selecciones Nacionales dio un viraje para todos preciso y se incorporó a la Dirección Técnica del plantel el campeón local Javier “Vasco” Aguirre. Los cambios en las alineaciones en comparación con el proceso anterior fueron evidentes. Mientras tanto Aguirre nuevamente convocó al gran Cuauhtémoc Blanco que había jugado en la Liga de las Estrellas y se recuperaba de una lesión en la pierna; Blanco, seguramente el jugador mexicano que mayor sufrimiento ha experimentado en el terreno de juego retomó las riendas de la selección y salió como Capitán en los próximos partidos. Bajo dicho contexto y tras jugar una Copa América en 2001 resguardada por el Ejército, los mexicanos obtuvieron el subcampeonato ante el anfitrión Colombia. En esos momentos la presencia del futbol mexicano en territorio sudamericano se había convertido un tanto incómoda.
En 2001 cuando se disputó la Final de la Copa América en el Estadio Campín de Bogotá no hay uno sólo que no concuerde que se trató de un evento de alto riesgo. Las incidencias comenzaron desde que inició el partido cuando tres paracaídistas descendieron al terreno de juego. Al respecto se dieron diversas versiones, desde aquéllas que indicaban una distracción por grupos de agitación social hasta los que decían que se trataba de un desfase del espectáculo previo al encuentro.
Dos años antes de la Copa, se dice que el presidente sudamericano y Bill Clinton firmaron lo que algunos opositores consideraron "el decreto de guerra más atroz contra un pueblo latinoamericano": El Plan Colombia. Ante ello se organizó lo que algunos otros reinterpretaron como "La Copa de la Paz y la Salvación". Ese mismo año algunos grupos armados liberaron cerca de media centena de prisioneros... Mientras tanto, la gramatica conceptual adversaria catalogó a los alzados como "narcoterroristas".
Bajo dicho panorama la escuadra mexicana se enfrentaba a brasileiros, guaraníes e incas, para superar la primera ronda. Con un equipo prácticamente enfocado en su próximo duelo eliminatorio (ante Jamaica), dirigidos por el técnico "rescatista" Javier "Vasco" Aguirre, utilizaron el evento como un Torneo preparatorio para asistir al mundial del 02. Con una base de futbolistas provenientes del campeón nacional Tuzos del Pachuca F.C. avanzaron a la segunda ronda ante Chile e hicieron lo propio en semifinales frente a Uruguay. La final la jugaron contra el anfitrión. Con todo el contra (salvo una parte del Ejército colombiano que resguardaba la integridad de los extranjeros) y a través de un planteamiento de un equipo "bravo, difícil", los mexicanos (según los medios catrachos) plantearon un "partido difícil, presionando... ahogando el medio campo". Sin embargo no pudieron contar con el desequilibrio de lo costados. Jesús "Cabrito"Arellano salió por el rubio Cesáreo V. Y posteriormente el lateral derecho hizo lo propio por Miguel A. Zepeda "el Zannetti zurdo" según Lavolpe. Aún así ambos no pudieron rendir lo esperado y las incursiones de Morales por la izquierda no fueron suficientes. Ante ello Borgetti se mantuvo de espaldas al arco sin posibilidades de incomodar.
Hoy en día, a través de la tecnología, las imágenes de Lucho Quiroz muestran una serie de entradas semibrutales en los últimos minutos por ambas escuadras. Finalmente, en el artículo de la Enciclopedia Libre relacionadas con el evento tomaban como referencia la revista Soccermania (Edición especial julio 2004) y Futbol Total: Guía Copa América 2011.
Aún así no hubo presencia de futbolistas mexicanos en ninguna liga de la región, tampoco los entrenadores nacionales recibieron oportunidades de trabajo en un lugar que según Galeano la une la comida, las costumbres y el futbol...
En El Futbol a Sol y Sombra, y otros escritos, el gran escritor uruguayo Eduardo Galeano realiza una excelsa descripción del “deporte más popular del mundo”. Ahí a través de un desmenuzamiento de los elementos que componen este deporte, muestra a través de 40 apartados a jugadores, momentos y características indispensables no sólo para entender sino para dimensionar los alcances que tiene. A través de un análisis histórico y con una narrativa creativa, Galeano, en su calidad de fanático y nativo del primer campeón del mundo establece poco menos que un estudio preciso del tema, es decir, una aproximación intelectual a dicho deporte. Cabe precisar que desde un principio el cuadro uruguayo, primer campeón mundial en 1930, fue un equipo excepcional. Muchos de sus integrantes se habían laureado en los juegos olímpicos de 1924 y 1928. A partir de esas circunstancias el autor propone que lo que los jugadores hacen es “música del cuerpo”, es decir, “fiesta de los ojos” para los espectadores. Sin embargo, no se aparta de su perspectiva crítica y es capaz también de denunciar las estructuras de poder de una Federación Intocable de Futbol Asociación, con mayor participación que la misma ONU.Es a partir de todas estas circunstancias que se desarrollan distintos tópicos de la vida cotidiana futbolera a través de las jugadas en momentos precisos de los partidos de futbol. En ese sentido la propuesta del autor pretende dotar de un cierto valor cultural a un deporte que por momentos ha estado alejado de la intelectualidad.Con orígenes históricos (im)precisos en Medio Oriente, la región Prehispánica, China y Europa; sus raíces son consideradas un triste viaje entre el placer y el deber. Algo difícil de explicar pero fácil de entender cuando uno juega, se entretiene y posteriormente se hace fanático por medio del espectáculo que representa. Sin embargo, estas cuestiones para el imaginario social sudamericano son imperdonables, en una tierra donde el lenguaje, las costumbres y el futbol se compaginan es imprescindible la alegría como mediatización simbólica entre todos, aunque el lucro producto de la industria la ha opacado. Curiosamente a pesar de que se trata de un texto crítico por la habilidad periodística del autor deja de lado algunas cuestiones precisas que tornan al futbol no sólo inútil sino algo similar al opio de los pueblos (en términos marxistas). En ese aspecto el autor desarrolla una explicación filosófica en cuanto al desdén de ciertos personajes en torno al tema, así, Kipling, Borges, Gramsci y compañía son citados pero a condición de recordar la historia y el momento en que se han creado algunos clubes como la dicotomía entre Argentinos Juniors y los Martires de Chicago.A pesar de lo anterior no es posible dejar de lado el carácter de quienes practican el balompíe, al igual que las hazañas que se expresan producto del juego de pies, los tiros libres, los remates, los dribles y demás cosas que hacen de sus jugadores referentes obligados para la población. Pero no sólo en el césped se llevan a cabo éstas propuestas, también los dirigentes como Mussolini y Berlusconi en Italia tiene un papel fundamental. Lo mismo sucede con Hittler en Alemania o en encuentros en donde está de por medio la vida… como en Chaco, Centroamérica, etc. En todo ese contexto es preciso determinar la identidad de los jugadores ¿al país? ¿al equipo? ¿al estilo de juego? O al simple gusto por jugar.Mientras tanto el desmenuzamiento sociológico al considerar a dicho deporte con una serie de elementos entre los que se encuentran: el estadio, el hincha-fanático, el jugador (el arquero), el gol, el ídolo, el director técnico, el árbitro, etc. Entonces cómo no decodificar una realidad alternativa con todas estas cosas. Sólo a través de la genealogía de cada un@ de ellos que hacen del negocio del futbol, el mejor del planeta. Se dice que pocos años después de publicar el libro, la FIFA se encontraba en el puesto 17 de la Economía global por encima de Suiza, Bélgica y Taiwán. No sólo nos volvemos perplejos ante tal situación sin entender las formaciones, la táctica y la estrategia dentro del terreno de juego, sino que a cada momento imploramos por fuerzas sobrenaturales para pedir por la victoria de nuestros equipos.